14.2.13

Valentine's Day.


     San valentín era un sacerdote que en el siglo III ejercía en Roma. En esa época gobernaba el emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios entre jóvenes, porque en su opinión, los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras.
     El sacerdote consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador, celebrando en secreto matrimonios para jóvenes enamorados. El emperador Claudio se enteró y lo llamó a Palacio, donde lo encarcelaron. Un oficial llamado Asterius le retó para ridiculizarle, pidiéndole que le devolviera la vista a una hija suya, Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y en "el nombre del señor", le devolvió la vista.
    Aun así, Valentín siguió preso y el emperador Claudio finalmente ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de febrero del año 270. La joven Julia, agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. De ahí que el almendro sea símbolo de amor.

     En los países nórdicos es durante estas fechas cuando se emparejan y aparean los pájaros, de ahí que este periodo se vea como un símbolo de amor y de creación.
    A todo esto, en España, que somos muy majos, se dice que esta fiesta se empezó a celebrar a mediados del siglo XX, con el motivo de incentivar la compra de regalos y que esta fiesta la introdujo la cadena de grandes almacenes Galerías Preciados. 

    Así que, visto lo visto, si tuviera que elegir un día del año de los 365 existentes... si tuviera que elegir el día del año que me parezca más ridículo y tonto, ese sería San Valentín. Llamadme típica, tipiquísima, pero yo quiero a los míos los 365 días de la misma forma y con las mismas ganas. Y si me enamoro, me enamoro todo el año, y si ese día mis novios (a.k.a parientos) me regalan unas flores con corazones y bombones, me desenamoro raigt nau, créeme, esto es una horterada.
Pero si hay algo graciosete en todo esto, es como todas las marcas aprovechan para sacar sus ediciones limitadas de San Valentín, y bueno, hay veces que...una no es de piedra... y yo también me enamoro.

L.