Nuestra vida antes era apacible y tranquila. Vivíamos relajadas conociendo sólo lo que nuestras familias nos habian enseñado, las fotos que habíamos visto de nuestra infancia, la historias que nos habían contado. Nos lo creíamos todo, lo que decía mamá iba a misa. Hasta que nos conocimos. Somos gemelas separadas al nacer, pero en vez de enviarnos una a Boston y la otra a California, nos mandaron una a Barcelona y la otra a Sevilla (la economía no estaba para historias, supongo). Suerte tuvimos que la monja Sor Maria (aquella que vendía niños del escaqui), en esa época ya se estaba retirando del business. Por despistar y que nadie se diera cuenta de tal horrible plan, nuestros familiares decidieron encasquetarnos días diferentes para celebrar nuestros respectivos cumpleaños. A la mitad catalana le pusieron un 8 de Noviembre, y a la mitad sevillana la metieron en un 14 de Agosto. Como realmente somos hijas salidas de un huevo rosa de un demonio albino con tres ojos del espacio sideral tocando cerca de Marte (lo descrubrimos cuando quisimos conocer nuestros verdaderos padres), antes nos tuvo que mandar en dos mini naves como la de Superman, pero el último modelo (s-II fixs-etto.0), y eso hizo que tampoco fuéramos del mismo año en la tierra, ya que la nave que se dirigía a Sevilla llegó antes (bocanadas de aire espaciales, ya sabeis) y la de Barcelona llegó unos añitos despues ya que tuvo un pinchazo a medio camino a la altura de Andromeda.
Yo sigo creyendo que nuestro cumpleaños real es el 8 de Noviembre, ya que es el mio, pero a la pobre, ya que así se lo escribieron en el DNI.....lo celebra hoy. Así que hoy es su cumpleaños y volvemos a estar separadas (al crecer). Así que desde aqui le deseo millones y millones de felicitaciones a Ch. y que deje de crecer por unos pocos años, sino no podré pillarla jamás en edad y podremos descubrir al mundo nuestra historia, salir en los periódicos, y hacernos ricas, famosas y poderosas.
Ah, y que nos abaniquen unos cientos miles de guapos en bañador corto de palmeras.
L.
