Nuestros muchos fans incondicionales (si, esos que removeis entre nuestras basuras en el porche por las noches y nos mandais cartas de maníaco amoroso) ya sois conscientes de lo que nos gusta una palmera. Una, dos, tres, cuatro mil. Todo lo que sean palmeras nos gusta. TODO. No tenemos palmeras dentro de casa porque no entran, sino tendríamos un jardín entero. Todo empezó un verano entre bicicletas en paseos de palmeras y...... los jefes de Nike me han vuelto a joder.